Fragmentos de las opiniones de escritores consagrados que se nombran en el artículo publicado en la revista "La Balandra" nº1 en 2011, que encontramos en el Blog de una colega de profesión, "La Loca de la Casa", Taller de escritura de la facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad La Plata (Argentina).
EL ESCRITOR, ¿"NACE" O "SE HACE"? [Uno no sólo "se hace" sino que se "sigue haciendo" escritor por la idea de que puede escribir algo que supere a lo anterior.] Eduardo Muslip [Hay cuestiones imponderables para determinar si alguien se convertirá o no en escritor. Algunas vienen dadas, otras habrá que encontrarlas o pulirlas en el camino. (...) Hay una que considero imprescindible: el deseo.] Claudia Piñeiro ["Bueno, señor, porque ése es mi estilo". (...) me respondió: "Antes de tener estilo, hay que aprender a escribir".] Abelardo Castillo [Pocos están llamados a ser geniales, pero por cada genio hay cientos, miles de autores (...): todos ellos son escritores, y los que pasan por estas escuelas y talleres (de escritura) levantan mucho su nivel, lo cual basta y sobra para justificarlos. Pero además, en esta suba generalizada se montan, para llegar más alto, los geniales.] Carlos Gamerro [(Escribir) al principio fue muy divertido. Dejó de serlo cuando averigüé la diferencia entre escribir bien y mal. (...) La diferencia entre escribir bien y el arte verdadero; es sutil, pero brutal, ¡y después de aquello cayó el látigo!] Truman Capote [El escritor debe ir siempre en contra de su habilidad. De manera que esos textos que parecen tan redondos y buenos son en realidad falsos amigos.] Fabián Casas [Un escritor se construye en una trama que está sostenida por dos grandes pilares: la experiencia y la lectura. (...)El escritor mira el mundo, se mira en el mundo, hurgando en lo común, encontrando en lo común lo extraordinario. El escritor mira lo común y lo hace extraordinario en la palabra escrita.] Hernán Ronsino [Yo no sabía nada, pero sabía que no sabía nada. (...) Tenía un deseo muy fuerte de escribir; (...) y seguí escribiendo durante mucho tiempo, a pesar de que el "sentido común" y la "cruda realidad" me aconsejaran una y otra vez que abandonara, que dejara de soñar, que siguiera adelante con discreción y me dedicara a otra cosa.] Raymond Carver [Las palabras fueron y son mi entrada al conocimiento. (...) Ese don es una herramienta para reencontrarse. (...) No se elige, se manifiesta. Y se asume en el servicio. Volviendo la cabeza a la hoja en blanco (...)] Laura Meradi [Descubrí temprano que tenía sensibilidad para la forma literaria, para detectarla como lectora; con los años descubrí que soy buena observadora, (...), que tengo buen oído para el lenguaje, que el lenguaje era para mí, como la lectura, una pasión. Con estas inclinaciones generales, quizá, se nace.] Sylvia Iparraguirre
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Todos tenemos una motivación interna que nos arrastra a la escritura.
A continuación, damos algunas posibles respuestas, aunque no sean todas las posibles:
Es innegable que las horas empleadas ante la máquina de escribir, el ordenador o el papel es tiempo que no se dedica a descubrir la vida y aventurarse en el complejo mundo de las relaciones interpersonales. Y sin esos estímulos básicos, tan sólo los fantasmas de la locura y las musas de lo onírico pueden escribir a través del autor. Es por ello que muchos escritores se definen a sí mismos como meras herramientas de una verdad que les es dictada. [Si bien El Quijote se volvió loco de tanto leer, también el escritor es susceptible de caer en las terribles fauces del monstruo de la locura]
El eterno debate entre si "se nace" o "se hace" es irrelevante, ya que en mayor o menor medida todos hemos escrito en alguna ocasión, bien sea una carta de amor, una redacción en el colegio, un e-mail interminable a un amigo, una nota de despedida abandonada de madrugada sobre una mesita de noche, un mensaje de texto, una dedicatoria para un cumpleaños, etc.
Todo depende de nuestro ingenio, de la habilidad que tengamos para jugar con las palabras, del vocabulario adquirido, del conocimiento que nos aporta la experiencia vital, nuestra capacidad de observación, la lectura y sobretodo una gran dosis de imaginación. [Todos tenemos un talento innato: muchos lo ignoran, otros lo niegan por falsa modestia y los pocos que lo han descubierto lo cuidan, lo explotan y se dedican a ello profesionalmente] Sea como sea, a quienes se les enciende el interruptor de la escritura y saborean el goce que les proporciona escribir, jamás dejan de hacerlo. Una vez aceptado el hecho que se es escritor, de manera intrínseca y natural, sin entrar en debates aristotélicos acerca del talento o el genio creativo, el primer gran reto reside en atreverse a mostrar la propia obra y por tanto enfrentarse a la despiadada crítica o a las felicitaciones del lector, pues la clave del éxito a nivel comercial, si es ese el objetivo desde un punto de vista superficial y práctico, reside únicamente en él. Y el lector puede ser cliente, amigo, cómplice, invisible o innecesario, pero nunca es el enemigo, sino el aliado. |
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